Intento hacer una crónica de la primera parte de la reunión (por Mariana Lewkowicz)

Intento hacer una crónica de la primera parte de la reunión. Mi lectura es ante todo UNA lectura tan apasionada y culpable como cualquier otra. Todas mis apreciaciones parten de una instintiva desconfianza respecto de la autoridad que creo que es generacional.
Llegué muy temprano. Con sorpresa recibí la noticia de que la reunión era en rectoría (esperaba un aula cualquiera, prestada). En rectoría una secretaria me avisó que era temprano y que podía esperar afuera. Decidí hacer tiempo paseando por los claustros.
Mala idea, rápidamente me atacó el bajón y busqué auxilio vía SMS para ver cuándo llegaban los compas. Sin respuestas y ya siendo hora volví a Rectoría.
Gran mesa ovalada (la de las fotos) con panel de autoridades sentado. Me presenté ”Soy Mariana Lewkowicz, egresada 1982”, dije, suponiendo que entonces seguirían las presentaciones. Pero no. Hasta que no pregunté quiénes eran ellos no pude saberlo. Eran la rectora, una vicerrectora y todos los que detalló Daniela en su punteo. Siguió una charla anodina hasta que, habiendo llegado el grueso de los compas, a quiénes sólo podía ver de refilón, la vicerrectora en cuestión anunció el comienzo de la reunión que estaría PRESIDIDA por la licenciada Gonzalez Gass rectora.
Aguantamos estoicamente un rato “bien portados”, mientras la Licenciada hablaba de su proyecto de archivo en términos muy vagos. Pero el orden no duró mucho y de a poquito comenzamos a plantear nuestra sorpresa y malestar. Seguramente era producto de un malentendido; nosotros habíamos ido a otra cosa. A reencontrarnos con nuestros amigos, a conocer a compas de otras promociones a planificar algunas tareas. Que sucediera en un aula del CNBA era simplemente porque nos facilitaban un lugar. Eso no pegaba con reunión con presidentes ni con anfitriones (quién es dueño de casa? Quién es visita?)
Algunos compañeros formularon su deseo de producir y entregar la documentación que pudiéramos reunir sobre ADS y otras actividades, pero también la de acceder a alguna información/explicación de lo que nos había pasado: las listas negras, los motivos, los responsables, en qué andan ahora algunos personajes siniestros...
Pedimos que respetaran nuestro deseo de vernos, reconocernos (o no) abrazarnos, y que necesitábamos estar a solas. Las autoridades accedieron (con más parsimonia de la que por lo menos yo estaba dispuesta a tolerar) y empezaron a irse….. Ya era el momento de dejar el CNBA porque tenían que cerrar. Muchos ya se habían ido tal vez por otras ocupaciones, tal vez por el clima del encuentro…. Nos fuimos a un bar.(Mariana Lewkowicz)